8/24/2009
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Podemos dialogar e intercambiar temas, razonar todo lo que este a nuestro alcance, pero no olvidemos una cosa: los escépticos de hueso colorado siguen su marcha, aun ante las pruebas más convincentes no se dan por vencidos.
Buscamos la verdad, no la tuya ni la mía, esa guardémosla. La verdad revelada por el Ser, es irrefutable. Solo el que la vive tiene el privilegio de saborearla.
La Verdad es cuestión de Experiencia Directa, no es cuestión de teorías, opiniones o conceptos.
Por mucho empeño que le pongas a los juicios que levantes contra tu hermano, no estas exento de la posibilidad de errar en lo juzgas, de lo contrario eres perfecto.
No olvidemos que lo que hoy resulta verosímil o aún probable siempre puede estar sujeto a revisión.
Nos dice Immanuel Kant: Lo que llamamos «conocimiento» es una combinación de cuanto aporta la realidad con las formas de nuestra sensibilidad y las categorías de nuestro entendimiento.
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